Hoy en día, los jóvenes ven el trabajo como una parte importante, pero no exclusiva de sus vidas, valorando también la libertad, la familia, el crecimiento personal, las buenas experiencias, los amigos y la dignidad. Esta percepción influye en su interés por permanecer en una empresa. P,or tal razón, los criterios de selección son un desafío para los gerentes que aún creen que solo la remuneración y los beneficios son suficientes para comprometer y retener a los empleados.
En este artículo se presentan cinco estrategias que tienden a generar un mayor compromiso de los jóvenes en el trabajo.
1. Gestión participativa
Como nativos digitales, en un ambiente en el cual la comunicación es más abierta y colaborativa, los jóvenes tienden a valorar trabajar en granjas donde tienen la oportunidad de expresar sus opiniones, hacer sugerencias y participar en la toma de decisiones. Necesitan darse cuenta de que son parte de los procesos y resultados.
Es muy útil promover reuniones periódicas para compartir y discutir problemas y oportunidades de mejora, planificar metas e indicadores zootécnicos con la participación de todos los empleados involucrados y, sobre todo, hablar menos y escuchar más.
2. Formación y desarrollo continuo
Los jóvenes trabajan más comprometidos y se sienten valorados en granjas que rutinariamente ofrecen oportunidades de crecimiento a través de la capacitación.
Además de la formación técnica, es conveniente cuidar el desarrollo personal, ofreciendo oportunidades para mejorar las habilidades comunicativas e interpersonales. Muchos empleados poseen una gran capacidad operativa, pero suelen ser tímidos y tienen dificultad para expresar sus ideas. Una vez hablé con un asistente de producción nocturna que tenía soluciones para reducir la mortalidad de lechones, pero no se sentía cómodo sugiriendo cambios al supervisor, por experiencias similares en el pasado que no tuvieron éxito. En esta situación, identificamos la falta de habilidad de negociación del empleado y la falta de escucha por parte del líder. Este es uno de los desafíos que enfrentan diariamente las granjas y que no siempre se identifican debido a que los gerentes se enfocan solo en analizar datos y resultados, sin considerar los factores de comportamiento que los generan.
En este caso hay que priorizar las necesidades de capacitación con el equipo operativo y escuchar cuáles son sus mayores dificultades, tanto en los aspectos técnicos como de comportamiento, personalizando y contextualizando la formación, haciendo del proceso de capacitación y desarrollo un componente obligatorio del cronograma de actividades de la granja (foto 1), fomentando un debate previo sobre el tema, sin olvidar que hay que proporcionar capacitación en liderazgo para técnicos y supervisores que tratan directamente con el personal operativo. Esto mejorará la comunicación y el compromiso del equipo, con un impacto significativo en su productividad.
3. Comunicación efectiva y retroalimentación constante
Las granjas que comparten su visión de futuro con los empleados son más atractivas para los jóvenes. En consecuencia, se brinda seguridad y motivación para contribuir, siempre y cuando reciban una retroalimentación constante (foto 2), abierta y específica, para saber si están haciendo un buen trabajo. Es una forma efectiva de reconocimiento al desempeño de las obligaciones que fortalece el compromiso y el desempeño del equipo.
En una oportunidad visité una granja donde el empleado me preguntó si estaba al tanto de los indicadores recientes en sitio 2, luego de algunos ajustes que hizo en el manejo de recepción y adaptación de los lechones destetados. El hecho de que pregunte a un consultor externo sobre los resultados de su área me indicó una falta de comunicación y retroalimentación interna.
4. Entorno más tecnológico e innovador
La nueva generación creció en un entorno tecnológico, rápido e instantáneo, por lo que no es de extrañar que en ocasiones incluso desprecien el trabajo manual o arcaico, cuando saben que existen herramientas para hacer el manejo mucho más eficaz y eficiente (foto 3).
Para ellos, trabajar en una granja con tecnología avanzada es mucho más atractivo que trabajar en una granja tradicional. Además de ayudar a reducir el trabajo manual y aumentar la eficiencia de la producción, dichas tecnologías hacen que el empleado difunda la marca y se sienta orgulloso, lo que permite atraer y retener a otros jóvenes interesados en trabajar en el sector.
5. Flexibilidad en el horario de trabajo
La nueva generación valora más que nunca el equilibrio entre la vida laboral y personal. Ofrecer horarios flexibles ha aumentado la participación de los operarios, incluso en granjas de alta eficiencia.
La falta de flexibilidad ha sido uno de los elementos negativos más reportados por los trabajadores en todas las granjas donde realizamos entrevistas y encuestas. En muchos casos, trabajar los fines de semana fue la principal causa de renuncia.
Cada vez es más difícil encontrar personas dispuestas a trabajar en los horarios tradicionales con largas jornadas y sin tiempo libre entre semana para cubrir sus necesidades personales y familiares.
Este es un nuevo desafío para la producción porcina. Sin embargo, ya hemos observado en la práctica que es posible implementar estrategias que contribuyan a la flexibilidad manteniendo el rendimiento del equipo y sus resultados.
Conclusiones
Para crear un ambiente atractivo, no basta con adoptar tecnologías, mejorar procesos y contratar asesoría técnica especializada; hay que invertir en el desarrollo de las habilidades comunicativas e interpersonales de todo el equipo, incluyendo el manejo de conflictos intergeneracionales. Una granja altamente tecnificada, pero con un clima laboral hostil, será eliminada fácilmente de la lista de empresas elegidas por los trabajadores jóvenes.
Para las nuevas generaciones el trabajo es fundamental, pero tiene que “tener sentido y valer la pena”, lo que tiene mucho más que ver con la calidad de las relaciones que con cualquier otro recurso.
Además, es importante recordar que cada empresa es única y pueden existir otras estrategias que sean más efectivas para cada contexto en particular. Lo más importante es estar atento y dispuesto a comprender y equilibrar las necesidades del negocio con la satisfacción de las necesidades de los trabajadores jóvenes.